1780~ / 1790~, Toledo

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1780~ / 1790~, Toledo

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Identifier
CE04573
Transfer of custody
Museo Nacional de Artes Decorativas
Technique
Production time
Production place
Type of object

Description

Portacorporales forrado en sus dos caras con seda. Cada una de las caras está decorada por un único fragmento de seda. Sobre un fondo blanco, presenta en cada una de sus caras, un motivo floral en el centro de color azul con los perfiles en salmón, que a su vez está inscrito en una doble cenefa circular formada por hojas muy carnosas, en seda beige y briscado. Estos motivos están a su vez enmarcados en una cenefa cuadrada decorada con hojas unidas entre si por tallos, en seda beige y briscado. Conserva el ojal del broche, realizado en seda. Todo el perímetro está bordeado con un cordón, y cada una de las esquinas exteriores de las hojas del guardacorporal está decorada con flecos y una borla, si bien una de ellas ya no se conserva. Ligamentos: -Raso de 3 por urdimbre [fondo] -Tramas espolinadas que ligan en sarga [decoración] -Briscado [decoración] Carlos III, Rey de España Edad Moderna Por sus características técnicas y decorativas se puede identificar con una pieza procedente de una de las manufacturas sederas españolas más relevantes, la real fábrica de Molero. Fundada en Toledo hacia 1714, tuvo su etapa de esplendor bajo la dirección de Miguel Gregorio Molero (+1801), hijo del fundador. Estaba especializada en la tejeduría de toda clase de prendas para indumentaria religiosa, cuya principal característica era la riqueza de los materiales empleados y que se hacían de una sola pieza, de modo que salían ya del telar con las cenefas y galones hechos, y tan sólo era necesario forrarlas. Por su calidad, de los telares de esta fábrica salieron ternos para casi todas las catedrales y conventos españoles, y para América, Jerusalén, Roma o Constantinopla. En 1771 Carlos III concedió a la fábrica el uso de las Armas Reales, y continuó activa hasta 1874. Dentro de las producciones de Molero, esta pieza sigue modelos neoclásicos de las décadas de 1780 y 1790, que se siguieron repitiendo hasta el cierre de la fábrica, y constituye un ejemplo de las producciones más sencillas y menos costosas de la real fábrica, debido a la ausencia de chenilla e hilo metálico, y a la paleta cromática muy reducida. BIBLIOGRAFÍA: MARTÍN-PEÑATO LÁZARO, M. J., Fábrica toledana de ornamentos litúrgicos de Miguel Gregorio Molero, Toledo, 1980; FERRER GONZÁLEZ, J. M. Y RAMÍREZ RUIZ, V., Tapices y textiles de Castilla-La Mancha, Guadalajara, 2007, pp. 109-114 y 128-133.