1695~ / 1720~, Lyon

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1695~ / 1720~, Lyon

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Identifier
CE24513
Transfer of custody
Museo Nacional de Artes Decorativas
Material
Technique
Production time
Production place
Type of object

Description

Edad Moderna Fragmento textil de forma rectangular, de seda color salmón. La pieza está formada por un único fragmento. Sobre un fondo rosa adamascado, decorado con motivos vegetales, se desarrolla una decoración realizada en hilo metálico con motivos de grandes hojas curvas y frutos dispuestos en diagonal unidos entre sí por tallos en forma de ese, con algunos motivos realzados con seda de color azul y verde espolinados. Las partes brochadas en oro parten de un gran fruto ovalado estructurado en nervios o gallones, decorado con pequeños motivos circulares, que en la parte superior está rematado por elemento troncocónico. Los tallos que unen los distintos elementos de la decoración están decorados a su vez con flores y tallos más pequeños rematados en hojas de sección romboidal. Conserva restos de aplicación de pasamanería metálica en el perímetro. Carece de orillos. Las dimensiones de la pieza impiden conocer el tamaño del "rapport". La forma en que está cortado el tejido y las huellas de uso que presenta indican que ha sido utilizada como revestimiento de asiento. Ligamentos - efecto adamascado formado por raso de ocho por urdimbre [brillo] y tafetán [mate] [base] - tramas espolinadas en verde y azul [decoración] - tramas dobles espolinadas de hilo metálico que ligan en sarga [decoración] - briscado [decoración] Las características técnicas y decorativas del tejido permiten incluirlo en el grupo de bizarros. El término "sedas bizarras" hace referencia a los tejidos fabricados en Europa entre 1695 y 1720 que presentan una decoración compuesta por elementos fantásticos combinados con motivos exóticos, y que en ocasiones por su gran complejidad son casi indescriptibles. Los diseños, completamente originales respecto a las fórmulas compositivas utilizadas hasta entonces en las producciones europeas, se realizaban en su mayoría con una particular solución técnica consistente en combinar en el fondo el efecto lúcido-opaco del damasco, con decoraciones realizadas en hilo metálico dorado y plateado. Si bien la técnica no era nueva, en los tejidos bizarros se renovó al crear un doble plano de profundidad con la superposición de dos diseños diversos sólo en parte correlativos: uno de fondo obtenido a través del contraste de los efectos brillo-mate del damasco, y otro realizado con las tramas decorativas, con cuya combinación se buscaba conseguir distintos planos de profundidad. Además, en este tipo de tejido el uso de hilos metálicos dorados y plateados cambiaron en cierto sentido la idea tradicional de los tejidos ricos, evidenciando no tanto la cualidad de la materia, como la fineza técnica de su elaboración, y la fascinación misteriosa de su ornamentación. La renovación decorativa también implicó cambios en la gama cromática y en su combinación. Si el rojo se mantiene como el pigmento más valorado, que además estaba disponible en infinitos tonos, que iban del fucsia al coral y al rosa más tenue, los azules recuerdan a la porcelana y se empolvan, los amarillos se llenan de esfumaturas naranjas, y los verdes asumen tonos esmaltados. Los tejidos "bizarros" presentan una estructura decorativa en el interior de la cual generalmente es reconocible la distribución ordenada en filas, con los motivos contrapeados orientados a izquierda y derecha con un desarrollo vertical ondulado, en algunas ocasiones difícil de individualizar por la enorme riqueza de detalles. De hecho, las formas fantásticas, exóticas, geométricas o vagamente naturalistas, están dispuestas de manera libre, pero sobre todo adquieren dimensiones insólitas, aumentando notablemente la altura del "rapport". A la ambigüedad de las formas insólitas de la decoración principal hay que añadir la percepción del damasco, inquietante y nunca completo, visto y oculto por la incidencia de la luz sobre el tejido. A la hora de componer la decoración, los diseñadores también tenían en cuenta este factor estético que dependía del movimiento, por lo que en su mayoría estos tejidos estaban destinados a la indumentaria. La producción de estas telas fue característica de las manufacturas francesas, que inicialmente basaron sus diseños en los dibujos del arquitecto-decorador Daniel Marot, pero son también de gran calidad las producciones de centros italianos, como Venecia, Mesina o Palermo, que incorporaron las novedades decorativas y donde los tejidos se pueden reconocer también por algunas características técnicas. La decoración, formada por una combinación de elementos fantásticos dispuestos de manera libre y con dimensiones insólitas, permite atribuirlo a un taller francés entre 1700 y 1705. Un tejido con la misma decoración aunque con distintos colores, se conserva en la Fundación Abegg-Stiftung. Se trata de una casulla que conserva un orillo, y que recuerda a los empleados por los talleres franceses. También se conservan tejidos similares en Krefeld, en el Palazzo Mocenigo en Venecia, y una casulla en la catedral de Frankfurt. [ACKERMANN, Hans Christoph, Seidengewebe des 18.Jahrhunderts. I. Bizarre seiden. Abegg-Stiftung Riggisberg, Suiza, 2000, pp. 174-176, ficha 87, núm. inv. 02360. Francia o Italia, 1700-1705].