1476~, Castilla la Vieja

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1476~, Castilla la Vieja

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Identificador
CE19574
Transferencia de custodia
Museo Nacional de Artes Decorativas
Material
Técnica
Dimensión
67 cm (height)
122 cm (width)
Siglo
Lugar de producción

Description

La apertura frontal es de cuarto de círculo, corriente en cofrecillos y cofres de fines de la Edad Media. Se observan calidades ligeramente distintas en los paños de terciopelo, y desgastes de diversa intensidad, así como variaciones en el sistema de montaje: los de la trasera están en su mayor parte claveteados a la base con puntas relativamente modernas, y el resto cosidos entre sí (en los laterales y en la tapa hay indicios de recosidos). Es evidente que se han efectuado reposiciones de material. Las telas más antiguas, presumiblemente originales, son las del frente, y están muy desgastadas, excepto bajo las zonas protegidas por las guarniciones metálicas (las abrazaderas, el encaje de la tapa y las piezas de condenar). En los laterales coexisten fragmentos de tejido muy desgastados con otros, los cercanos a las cantoneras, de pelo muy tupido y bien conservado. La zona posterior es la más heterogénea en cuanto al estado de las telas. Para efectuar las reposiciones, se ha levantado la guarnición metálica, operación que se ha hecho con gran cuidado, aunque se delata en ligeras deformaciones y desajustes en las borduras de la tapa. Los clavos no han sido sustituidos por piezas nuevas. Los tejidos interiores, aunque antiguos, son posteriores a la factura del mueble. Estos datos indican que ha sido sometido a una restauración integral, erudita, realizada en una época en la que esta pieza se valoraba ya como antigüedad -quizá en el primer tercio del siglo XX. Barrones, conchas, cantoneras de tracerías y cajas de cerraja exteriores con grandes piezas de condenar, enriquecidas con geometrías y punteados grabados, son características de las arcas y arquetas castellanas, encoradas y ensayaladas, fines del siglo XV y de principios del XVI. Es uno de los escasísimos ejemplares de arcas y cofres ensayalados conservados. En las relaciones de bienes de personajes de buena posición económica de los años finales de la Edad media castellana se mencionan muebles de guardar semejantes. En las Cuentas de Gonzalo de Baeza, tesorero de Isabel la Católica, o en la testamentaría de ésta, por ejemplo, se recoge un cierto número de "arcas ensayaladas y guarnecidas", la mayor parte de telas bastas y enceradas para los viajes, y una minoría de terciopelo, carmesí o azul, que son los colores más apreciados en la época por lo costoso de los tintes. Su destino era albergar la ropa y los objetos preciosos de sus propietarios. Se han conservado pocas piezas cercanas a esta: la conservada en la Hispanic Society de Nueva York está reentelada; se conserva mejor la perteneciente al Museo Nacional de Artes Decorativas (inv.26790). Otras, de colecciones españolas, son imitaciones o recomposiciones muy manipuladas, que no conservan de los posibles originales más que un vago recuerdo. Edad Media Edad Moderna Baúl rectangular con tapa semiesférica, ensayalado (recubierto de tela) en terciopelo rojo y guarnecido con piezas de hierro rematadas con una concha. La parte exterior de la pieza está recubierta por un tejido de terciopelo rojo, fijado a la estructura por medio de adhesivos. La tapa, el frente y los laterales están decorados con motivos decorativos y vegetales de hierro, claveteados a la estructura de madera. La caja está provista de tres cerraduras decoradas. El interior de la caja está forrado de raso de seda y damasco de color amarillo y rojo, formando motivos vegetales. El baúl comenzó a ser utilizado en España como mueble de guardar en la Edad Media. Las arcas y cofres ensayalados fueron empleados como muebles para guardar y transportar ropa y objetos preciosos de sus propietarios. Normalmente estaban recubiertos de telas bastas y enceradas para resistir las inclemencias del tiempo durante los viajes, aunque se conservan algunos ejemplares más ricos, realizados en terciopelo rojo o azul, colores muy apreciados por el elevado coste de sus tintes. Esta pieza fue realizada en Castilla entre el último cuarto del siglo XV y el primer cuarto del siglo XVI. En su decoración se han utilizado telas de diversa calidad y procedencia (algunas de ellas, repuestas), siendo las más antiguas las de la parte frontal. Los tejidos del interior de la pieza, aunque antiguos, son posteriores a la construcción del mueble. La decoración de las guarniciones metálicas es característica de las arcas y arquetas castellanas de transición al siglo XVI. Los clavos decorativos son originales. Se trata de una pieza de gran importancia, pues constituye uno de los escasos ejemplos de muebles ensayalados originales que han llegado hasta nosotros. Este tipo de muebles aparecían con frecuencia en los inventarios de bienes de personajes acomodados de finales de la Edad Media castellana. Especialmente importantes por su riqueza son los mencionados en la testamentaría de Isabel la Católica.