1551 / 1600, Castilla la Vieja

(permalink)

1551 / 1600, Castilla la Vieja

(permalink)
Identifier
CE01373
Transfer of custody
Museo Nacional de Artes Decorativas
Material
Depiction
Production time
Production place
Type of object

Description

Edad Moderna Renacimiento Silla de estrado con los travesaños frontal y trasero calados y tapicería de terciopelo rojo. El asiento es plegable (los dos travesaños se doblan en su parte central por medio de bisagras). Los brazos, ligeramente curvos, sobresalen al exterior. El travesaño frontal está formado por cintas entrecruzadas talladas. La silla está tapizada en terciopelo de color rojo, unido a la estructura por medio de clavos decorativos de hierro. El borde inferior del respaldo está decorado con flecos de seda roja. El estrado es una estancia contigua al dormitorio, utilizada por la mujer como lugar de ocio y sala de recibir en España desde el último tercio del siglo XVI y durante todo el XVII. De origen andalusí, esta habitación estaba constituida por una tarima sobre la que se colocaban una alfombra o tapete, almohadones, y taburetes o sillas de pequeño tamaño. Esta pieza, fabricada en Castilla en la segunda mitad del siglo XVI, constituye un ejemplo representativo del tipo de sillas utilizadas por las mujeres en el estrado. En ocasiones, estos muebles estaban destinados a los caballeros que las visitaban, como parece ser el caso de este ejemplar. Su escasa altura hizo suponer durante mucho tiempo que los soportes habían sido serrados. Sin embargo, ya en origen era una silla baja, de estrado, destinada a los caballeros que acompañaban a las damas en la intimidad. Las características constructivas y decorativas apuntan al reinado de Felipe II: existe un ejemplar semejante, más alto, en la real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y es frecuente, en el retrato de corte, que los personajes representados se apoyen en una silla de brazos como esta: así ocurre en el de Juana de Austria por Antonio Moro (1559-60, Museo nacional del Prado) y el de Felipe II anciano. En ambos casos la chambrana delantera está formada por cintas entrecruzadas, y se parte al medio, para poder ser plegada mediante charnelas. La parte trasera se resuelve con una falleba de metal, solución que debió ser común, y que se repite en otros ejemplares algo posteriores, uno de los cuales ha sido presentado en la Feria de Anticuarios de Barcelona (febrero de 2005), y adquirido por el Museu de l´Art de la Pell de Vic. El asiento y el respaldo de terciopelo están montados al aire, como era habitual en este tipo de asientos de honor en la corte. Para evitar que ceda con el peso, la tela se ha reforzado con una pieza inferior de cuero, con la flor hacia arriba y la carnaza hacia abajo, tal y como estipulaban, por ejemplo, las Ordenanzas de Granada de 1552. Las cinchas, aunque son posteriores es posible que sustituyan a otras originales, ya que aparecen mencionadas en documentos contemporáneos como entramado de soporte. Las guarniciones se fijan a la estructura con clavazón de chatones o tachuelas, es decir, con clavos ornamentales de cabeza grande, que en este caso son bollones o cebollas, de cabeza abombada.