1890~, Philippines

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1890~, Philippines

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Identifier
CE28864
Transfer of custody
Museo Nacional de Artes Decorativas
Material
Depiction
Dimension
165 cm (height)
63 cm (width)
Production time
Production place

Description

Esta obra combina la pintura tradicional japonesa con otros elementos como la fotografía. El tipo de fotomontaje y de pintura con fondos de paisajes japoneses es el mismo de las dos pinturas del rey Alfonso XIII y su madre la regente María Cristina que conserva el MNAD como procedentes de las colecciones del Palacio de Miramar (CE27339/1 y 2). En el caso de estos dos últimos en el reverso se puede leer el sello de la empresa comercializadora: W. Assomull. Esta empresa familiar de origen Sindhi se estableció en Yokohama desde 1872. Con representación en numerosos enclaves del Pacífico, los productos que comercializaban eran de lo más variado. En sus anuncios ofrecen a sus clientes cualquier tipo de objeto incluidos productos a medida de encargo realizados por artesanos locales. Los dos retratos del MNAD debieron llegar a sus reales clientes desde Manila donde también existía un local de esta empresa en la calle Escolta (ESCOLITA según el sello). Hay que recordar que en los años en que se realizaron estos retratos Filipinas aún era parte de España. Los retratos de los Duques de Parma carecen de este sello por lo que no podemos asegurar que se consiguieran a través de esta empresa, aunque parecen responder a un encargo particular como el que ofrece la empresa o a algún tipo de regalo diplomático. La fotografía de occidentales vestidos a la japonesa es muy frecuente a finales del siglo XIX en estudios de toda Europa. También en los estudios de Japón de Tokyo, Kobe o Yokohama se hacían este tipo de fotografías para los "Gaijin" occidentales. Uno de los más conocidos era el estudio de Tamamura Kozaburo al que se considera como el creador de la fotografía para turistas. En 1874 contaba con un estudio en Tokyo y en 1883 se traslada a Yokohama especializándose en la fotografía de souvenir y en la fotografía coloreada a mano. Podríamos aventurar que éste u otros fotógrafos fueran proveedores de la citada casa comercial. Nos constan otros ejemplos de este tipo de retratos de individuos disfrazados en el museo Oriental de los Agustinos de Valladolid, aunque en esos casos se trata de indivíduos anónimos japoneses vestidos como antiguos guerreros samurais. Retrato de Roberto I de Parma ataviado de samurai. Está pintura está preparada para poder ser enrollada. Presenta un cilindro con remates de marfil en los extremos, el inferior como guía y el superior con cordón de pasamanería para su suspensión.