Edad Moderna Siguiendo el modelo propuesto por Cesare Ripa, la alegoría de la Fama, con una palma en una mano y una trompeta en la otra, se alza sobre un rico carro tirado por dos bueyes enjaezados con guirnaldas, conducido por un palafrenero vestido al modo clásico. El cortejo lo componen personajes coronados de flores, unos tocando instrumentos y otros portando fasces. La ciudad en que se produce la entrada del cortejo es Roma; en el centro, sobre un alto pódium,se erige la imagen de Eros. Por las referencias arquitectónicas, la escena parece ubicarse en la vía Sacra, en dirección al Capitolio donde se celebraban los triunfos. El tema fue extraído de la obra Los Triunfos de Petrarca; entre los personajes del séquito están César y Escipión el Africano, héroes admirados por el clásico italiano. La edición princeps pudo pertenecer a los reyes de Francia; de hecho, en el inventario de Luis XIV (1673) se cita una serie de Los Triunfos de César tejida en Brujas. Los cartonistas debieron tomar como referencia los grabados de Los Triunfos de César de Antonio da Brescia sobre una obra de Mantegna (1500-1504). Una pieza semejante, con las borduras originales, se encuentra en la colección de la Manufactura Real de Wit, Mechelen (Bélgica), y otras de esta serie se conservan en la colección Toms de Lausana y el Virginia Museum of Fine Arts. Figura de la Victoria sobre un carro triunfal ricamente decorado, tirado por dos bueyes con las astas adornadas de ramajes y acompañada de su cortejo. Delante del carro cuyas riendas conduce un palafrenero vestido con túnica corta y clamide sujeta sobre el hombro derecho con una fibula, aparecen diversos personajes con coronas de flores en la cabeza, tocando instrumentos musicales, entre ellos una siringa y un caramillo. Detras del carro, cuatro varones llevan las "fasces" sobre los hombros y tras éstos asoman las cabezas de otros bueyes. La Victoria lleva una palma en su mano derecha mientras con la izquierda sujeta una trompeta que sopla con la boca. Aparece en el momento de entrar triunfante en una ciudad cuyos edificios ofrecen arquitecturas renacentístas de tipo clásico greco-romano. A la derecha vemos un edificio de planta circular, entre cuyas arquerías asoman numerosos personajes para ver el paso del cortejo, lo mismo que en el edificio de la derecha de planta rectangular y otro situado entre ambos al fondo de la escena, éste de menor altura. Entre ambos edificios y delante del de menor altura, sobre un alto podium se erige la imagen de un Eros adolescente, alado, que lleva un arco en su mano izquierda. La cenefa, que no es original, se compone de hojas y pequeñas flores sobre fondo rojo.